Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, ha presentado un ambicioso plan económico para reactivar la economía del país tras la pandemia. El plan, que ha sido denominado «Build Back Better», tiene como objetivo crear empleos y mejorar la infraestructura del país. El plan incluye una inversión de $2 billones en infraestructura, energía y transporte público, así como una inversión adicional en educación y servicios de atención médica. Biden ha declarado que este plan no sólo ayudará a recuperar la economía, sino que también sentará las bases para un futuro más próspero y sostenible para los estadounidenses. El presidente ha instado al Congreso a aprobar el plan lo antes posible, afirmando que «no podemos permitirnos retrasar la inversión necesaria en nuestra nación». El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha presentado un plan para impulsar la economía del país después de la pandemia. El plan, llamado «Build Back Better», incluye una inversión de $1.9 billones en infraestructura, energía limpia y tecnología, así como en programas de apoyo a la creación de empleo y alivio de la pobreza. El objetivo del plan es no sólo ayudar a la economía a recuperarse de los efectos de la pandemia, sino también abordar problemas estructurales a largo plazo, como la desigualdad económica y la falta de inversión en infraestructura crítica. «Build Back Better es un plan audaz y ambicioso para reconstruir una economía que funcione para todos los estadounidenses», dijo Biden en un discurso en Pittsburgh, Pennsylvania. «Este es el momento de reconstruir mejor, más fuerte y más justamente». El plan incluye inversiones en transporte, infraestructura de agua y energía limpia, así como en programas para expandir el acceso a la banda ancha y mejorar la vivienda asequible. También se incluyen medidas para crear empleos bien remunerados y programas para reducir la pobreza infantil y proporcionar cuidado infantil y atención médica asequible. El plan ha sido recibido con entusiasmo por los líderes empresariales y sindicales, así como por los líderes políticos de ambos partidos. Sin embargo, algunos críticos han expresado preocupación por el costo del plan y la posible inflación. El presidente Biden ha prometido que el plan se financiará mediante una combinación de aumentos de impuestos para las corporaciones y los estadounidenses más ricos, así como mediante la eliminación de ciertos subsidios fiscales y la reducción del gasto gubernamental en áreas que considera no esenciales.